Mia vive en el bosque con su abuela en una casita con paredes de caramelo, ventanas de regaliz y techo de galleta. Es una casa muy bonita, con un camino de almendras en la entrada, una puerta de mazapán y cortinas de jazmín en la cocina.
Todas las tardes, cuando termina sus deberes, Mia ayuda a la abuela a preparar deliciosos pasteles dulces y salados para todos los animales del bosque. Tartaleta de limón, bizcocho de manzana o tarta de zanahoria. Cada día uno diferente. La casa siempre huele a miel, a manzana jugosa, a flor de azahar.
Desde niña Mia aprendió a mezclar la sal y el azúcar, a poner las claras al punto de nieve perfecto y la temperatura que necesita al horno cada pastel. Su abuela le enseñó a preparar tartas, milhojas, empanadas, galletas y conservas con ingredientes naturales y de temporada para cada receta. Mia aprendió todos los trucos de cocina de la abuela y también los secretos del bosque.
Cuando era muy pequeña, la abuela le regaló un disfraz de ciervo para que pasara largas horas escondida entre los arbustos mientras aprendía a comunicarse con los animales. Mia aprendió a escucharlos, a observarlos en silencio, a descifrar el lenguaje de los pájaros, a correr como los zorros y a esconderse como los búhos. Los conejos le enseñaron a elegir las mejores calabazas del huerto y su amigo el oso le enseñó a seleccionar las mejores frambuesas.
Mia y el oso son muy buenos amigos, les gusta pasear por el bosque en bicicleta y repartir alegría con su canasta llena de pan de queso, brownies y alfajores. Lo que más les gusta es compartir con los animales del bosque. Cumpleaños, Halloween, Navidad, un desayuno en familia, un picnic, o una tarde de domingo para charlar o jugar a las cartas; cualquier momento es bueno para una buena Merendona.
Por eso preparan con mucho mimo las recetas de la abuela. Saben que las ardillas adoran tomar café colombiano con nueces de primera calidad, y que las abejas son muy exigentes con el bizcocho de arándanos. También que los topos prefieren los platos salados y que no son muy sociables; por eso siempre se comen la quiche de espinacas o el pastel de hojaldre de pollo en la madriguera.
Empieza el otoño y Mia y el oso quieren compartir contigo los sabores de su niñez, las recetas de cada temporada y sus historias, como lo hacen con todos los animales del bosque. Si quieres conocer los secretos de la abuela y las aventuras de Mia y el oso, suscríbete a nuestro boletín.
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